El sector farmacéutico suele tener conflictos derivados por la competencia; un ejemplo claro es la nueva batalla entre unas famosas pastillas azules y unas nuevas pastillas negras, hablamos del «Viagra» contra su competidor mexicano «Adulta».
El problema es que la pastilla azul está del lado de la industria farmacéutica, quien está usando su influencia y potencial financiero para desprestigiar a la novedosa pastilla negra, acusando a la competencia de “no cumplir lo prometido en su publicidad”.
Claro, como buen mexicano, «Adulta» no se quedó de manos cruzadas y contraatacó defendiendo su producto, atribuyéndole su éxito a que, al ser un suplemento alimenticio, no causa los efectos colaterales de las pastillas azules, que pueden ir desde dolores de cabeza hasta la muerte por mal uso y ausencia de control médico.
Incluso, según información del Excelsior, se prepara un documental donde se desarrolla la idea de la influencia y poder que tiene la industria farmacéutica.
«Otra reconocida casa productora que apoya a las pastillas negras, prepara para Netflix un documental en idioma inglés que acusa la influencia financiera y política de la industria farmacéutica ejercida sobre los organismos de control sanitario en todo el mundo, sobre todo el FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, por liberar el consumo indiscriminado de un medicamento que provoca graves riesgos para la salud».
Aquí entra la Cofepris que, como la dependencia del gobierno federal responsable del control sanitario de alimento y medicamentos, deberá mediar de forma cautelosa esta nueva disputa farmacéutica.